Vivimos momentos de crisis de
todo tipo: política, social, económica, etc.
Con el tiempo las crisis se incrementan, al igual que la inflación y la carestía de la vida; todo lo cual no depende de nosotros de forma individual.
Es necesario aprender a
sobreponerse a las crisis para sobrevivir y llegar a nuestro destino de manera
feliz y exitosa; como lo hacen los surfistas con las olas en el mar, que
aprenden a montarse sobre ellas, sin importar su tamaño, y logran felizmente alcanzar
su objetivo.
De manera individual, debemos
pensar en las acciones y decisiones a tomar, inteligentemente, para afrontar
las crisis y sobreponernos a ellas, sacándoles provecho –en lo posible- y
alcanzando o superando nuestras propias metas de manera satisfactoria.
Cuando hablamos de crisis, nos
vienen a la mente en primer lugar las crisis financieras o económicas; porque,
materialmente hablando, esas son las crisis que nos golpean mas duro y las que
mas nos afectan directamente. Afortunadamente, las crisis financieras son las
mas fáciles de resolver a nivel individual y -por lo general- dependen de
nuestras propias acciones y previsiones, de las buenas decisiones que tomamos
de manera oportuna.
Ante una crisis solo podemos
hacer lo que depende de nosotros mismos, con el apoyo de nuestra familia; por
eso, para superarlas, debemos estar seguros de hacer lo correcto y, mejor aún, lo que nos permita usar el impulso y la fuerza
que traigan dichas crisis para sacar provecho de ellas.
¿Qué debemos hacer?
· Debemos ser previsivos y cuidadosos: contratar
seguros. Los seguros son la manera menos costosa de responder a nuestras
obligaciones, a futuro y nos garantizan tranquilidad de vida.
· Ante la inflación o la devaluación monetaria: posicionarse
en moneda dura.
· Adoptar disciplinas de economía ajustándonos a
un presupuesto de gastos, conforme a nuestros ingresos y reducir al mínimo las
deudas, o cubrir las deudas con moneda dura.
Es necesario mantenerse activo,
produciendo. Hay mucho trabajo por hacer en momentos de crisis; también, surgen
las oportunidades y hay que mantenerse preparados y alertas.
Normalmente no estamos preparados
para las crisis y cuando se presentan nos agarran desprevenidos; por eso, la
importancia de saber que las crisis están allí.